Estimad@s lector@s, les dejamos de nuevo con un relato erótico que nos ha llegado vía e-mail. Recuerden que pueden enviar el suyo.
Existen cosas que son inexplicables… no quería viajar este fin de semana con mi familia… tenía más ganas de quedarme en la ciudad y descansar que tener que ir a nuestra casa de la playa. Me quedé estudiando el sábado y por insistencia de mis amigas viajamos el domingo. Llegamos cerca de las 14:00h. Mi cuñado, mi hermana y mis primas ya estaban allí, estaban todas en bikini listas para ir a la playa. Decidieron esperarme a que me pusiera el bikini para irnos todos juntos. Me puse el bikini y mientras hablábamos un poco abrí una cerveza en lata, discretamente empecé a fijarme mejor en mi cuñado y él tampoco me quitaba el ojo de encima. Yo con un pequeño bikini blanco, imposible no mirar. Para provocarlo, me tumbé en el sofá dándole la visión de todo mi cuerpo… miré entre sus piernas y percibí el volumen bajo sus calzoncillos. Pero el también me miraba y me avergoncé, me levanté y me fui a la cocina a tirar la lata de cerveza vacía y nos fuimos para la playa. Mis primas, mi hermana y mis amigas se fueron a bañar y yo me quedé tomando el sol con la compañía de mi cuñado. No tardé mucho y me fui al agua también y poco después vino mi cuñado. Estábamos todos jugando cuando vino una ola un poco más fuerte que me llevó cerca de mi cuñado y rápidamente pude tocar y sentir que el estaba excitado. Me pidió perdón y yo le dije: -Perdón por que? ¡Fue culpa de la ola! Estuvimos un poco más y nos fuimos a casa. A mi cuñado le gusta hacer masajes a sus hijas y a mi hermana, su mujer. Mientras las masacraba a ellas noté que no dejaba de mirarme. Después de un rato, él se durmió en el sofá, estaba sólo en calzoncillos. Me quedé mirando la tele con él allí, casi desnudo. No pude aguantar mucho y me fui al baño a masturbarme, mi deseo era ver mi cuñado desnudo y comerle entero. No resistí a esos pensamientos y me corrí en mis dedos. Al día siguiente me desperté cerca de las 10:30 de la mañana, me levanté, miré en la cocina y en las demás habitaciones… no había nadie… imaginé que habían ido a la playa y no quisieron despertarme… me fui a duchar. Al terminar me puse una toalla para ir a la habitación. Cuando salí del baño me asusté… mi cuñado estaba tumbado en el sofá, pregunte por los demás y el me dijo que estaban todos en la playa y el volvió para coger el móvil y el dinero que se había olvidado. Entonces le pregunte porque estaba tumbado… se río y me pidió que le pusiera una crema en la espalda para luego volver a la playa. Empecé a masajearle la espalda hasta los pies, me decía que tenía unas manos maravillosas, yo que ya estaba excitada no sabía qué hacer. Deje de darle el masaje, él se levantó y me dijo: -Lo empezaste tú, ahora mira cómo estoy! Empezó a besarme y acariciarme, le dije que podría venir alguien pero la verdad era que no me importaba mucho, ya estaba toda mojada. Me llevó a la habitación y me hizo el amor, me dijo que nunca nadie le había dejado así.
Confieso que yo tampoco había sentido nunca tanto placer. Terminamos y no me lo podía creer. Yo, una chica de 15 años com mi cuñado, un hombre de 38. El volvió a la playa y yo me quedé en casa descansando. Fue la mejor experiencia de mi vida, estaba un poco preocupada por si alguien nos pudo ver, pero espero seguir disfrutando de días como ese con mi querido cuñado.